Ejem, ejem, ejem… lo de discreta lo vamos a dejar porque a dónde vamos nos hacemos notar. Últimamente no hago más que gastarle el nombre a los dos (la supernany ya lo apuntaría en su libreta seguro), y con la frasecita «no hagas eso» que ya se la digo hasta a la perra. Y todavía no hace un mes que finalizó el cole pero es que yo pienso que el paso al desmadre es inmediato. Paseando por internet he descubierto que no soy la única loca de la colina cuando salgo con los niños a la calle. He descubierto un grupo muy original: el Club de Malas Madres (así en frío suena fatal). Como las leo y me siento mejor, no he dudado en incluírme también como MALAMADRE. Las risas reconociéndote a ti misma están aseguradas.
Y entre esas yo sigo con mis costuritas. Habreis notado una bajada de intensidad productiva pero es que lo de las labores se relaja con el calor y el tiempo, que escasea una barbaridad. Entre lo poquito que voy haciendo dejé pendiente de publicar este vestido cuya tela compré pensando en el casting de Telaria, cuya propuesta presenté AQUÍ. Al final y para no variar, el resultado fue opuesto a lo imaginado, pero de la unión de ambos salió este VESTIDO cuyo interior incluye esa fantástica gasa azul marina salpicada de medallones. Por fuera, las rayas son las protagonistas.
Un tejido grueso como esta loneta, con una mezcla de algodón y lino con mucho apresto, consigue un MARCADO perfecto tanto de las tablillas unidas a la cintura, como del escote en V de la espalda. El cuerpo sigue siendo el de siempre, acortando hombros para hacer el escote ovalado, pero nada más. A partir de unos centímetros antes de llegar a la cintura comienza una falda, de vuelo más largo de lo habitual. Sin mangas y con un cinturón que únicamente recorre el delantero, el detalle será el lazo zapatero central.
Obligada por el estampado, necesité decidirme por la medida de la falda, que debería coincidir con el inicio y fin de una franja de color. Original fue el recogido de la BASTA, mediante una doblez del mismo ancho hacia afuera. Fue cosida a mano desde el interior, dejando ese efecto sobrepuesto que marca todavía más el vuelo.
La espalda tiene gran protagonismo por ese ESCOTE en pico que cierra mediante una cremallera invisible. Lo más difícil? Hacer coincidir los colores en línea, manteniendo el control desde el corte hasta el último remate, una obsesión continua. El ritmo del tableado es continuo y regular a lo largo de todo el contorno de la cintura, rompiéndose únicamente en el centro del delantero, justo bajo el detalle central del cinto. En este elemento también se rompe la disposición del estampado, situando las franjas en sentido contrario.
Se trata de una prenda muy cómoda, aunque quizás para escalar el rapel del parque no sea lo más indicado, pero os aseguro que Olivia lo sube sin problema. Tampoco nos vamos a poner quisquillosos si limpia con el vestido parte del castillo hinchable. Lo importante es que disfrute del día, como así lo hizo el pasado domingo.
Como os dije, por aquí me quedo durante estos días largos, llenos de actividad, publicando a ratos. Seguramente para la semana os enseñe un vestido más a las puertas. Así que estad atentos.
Y no os olvideis de disfrutar del verano!
eLISA
Un vestido precioso y elegante a la vez que muy ponible incluso para saltar en los castillos hinchables, me encanta el tono y la modelo está guapísima.
Besos/Bea
Muchas gracias Beatriz!
Precioso, cada dia te superas!
Los colores, las rayas, el corte… me encantan!
Besos,
Gracias Julia! Me alegra un montón que te guste. Muchos besos!
Elisa eres una ARTISTA con mayusculas!!!.
Te admiro muchisimo!!
El vestido es una monada y muy original
Y tu muñeca está guapisima!!-
Besitos gordos!!
Y yo a ti, amiga! Muchas gracias por los cumplidos, me pongo roja y todo. Un beso fuerte!
Espectacular vestido, Elisa. Como siempre una verdadera «artistaza». Tu niña cada día mas guapa!!! Enhorabuena por un trabajo tan impecable, como siempre…jejeje…
Un besito, y a disfrutar del verano.
Gracias Sonia! Es super agradable recibir comentarios como los tuyos. Hace que todo valga la pena. Muchas gracias. Un beso!
Bella, bella bella es tu niña. Y tan fotogenica! El vestido, ni que decir, te quedo precioso, si no nos hubieras dicho, yo hubiese pensado que estaba hecho en seda salvaje. Es increible lo perfectas que te quedaron las rayas. Solo una «Buena Madre» podria tomarse el tiempo de hacer un vestido tan bonito!
Besos
El cumplido de las rayas es importante (porque trabajo tiene y mucho), pero el de mi niña… más. Se me cae la baba con ella, no hay más que verme la cara cuando subo las fotos 😉 Un beso Florencia!